La Comisión de Valores y Futuros (SFC) de Hong Kong emitió el pasado 6 de junio de 2022 un aviso sobre los riesgos de inversión en NFTs. En cuanto a los riesgos de los que, avisan, habrá que estar pendientes, es la volatilidad, problemas de liquidez, hackeos, estafas y precios.
Últimamente, los NFTs se han situado en el punto de mira desde que se descubriese el dato que apuntaba a que, actualmente, al menos dos terceras partes de los NFTs carecían de valor.
Son muchas las historias distópicas que hemos podido conocer desde que en el año 2020 los NFTs comenzaran a popularizase. Entre estas noticias, destacamos la del inversor que compró el primer tuit escrito por Jack Dorsey, antiguo CEO de Twitter (antes de que dicho título pasase a manos del magnate tecnológico Elon Musk, como todos sabemos), por una cantidad cercana a los 3 millones de dólares. Años después, cuando quiso venderlo por cerca de 50 millones, resultó que nadie le ofrecía más de 280 dólares.
Efectivamente, algo pasa en este mercado (o en sus inversores). Probablemente haya sido lo que haya hecho a las autoridades regulatorias hongkonesas tomar la decisión de ponerse el mono de trabajo para intentar atajar esta situación.
Es así como la SFC, en su comunicado, aprovecha para recordar lo que es un esquema de inversión colectiva. Además, resalta que los inversores se benefician de la inversión, pero sin tener control sobre el activo.
“La mayor parte de NFTs que la SFC ha observado están ideados para representar una copia única de un activo subyacente como una imagen digital, pieza de arte, música o vídeo. Generalmente, donde un NFT es una representación digital genuina de un coleccionable, las actividades relativas a él no entran dentro de la jurisdicción regulatoria de la SFC”. Avisa de que estos tokens no entrarían en el ámbito regulatorio, y por tanto, protección, de la SFC.
Así, esta institución afirma haber percibido que los NFTs han cruzado la frontera entre el coleccionable, y el instrumento financiero. De esta forma, en algunos casos, se pierde de vista la diferencia entre el NFT y el security token, o el esquema de instrumento colectivo (“collective investment scheme”). En este sentido, se requeriría de una licencia especial, dado que se encuadraría en el ámbito de la regulación de la legislación de Hong Kong.
Para la SFC, un security token tiene la consideración de institución de inversión colectiva, o ICC, que en el ordenamiento jurídico español viene regulado en el artículo 1 de la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva, definiéndolas como “aquellas que tienen por objeto la captación de fondos, bienes o derechos del público para gestionarlos e invertirlos en bienes, derechos, valores u otros instrumentos, financieros o no, siempre que el rendimiento del inversor se establezca en función de los resultados colectivos”.
Resulta interesante ver cómo las autoridades regulatorias van intentando acotar las definiciones y ámbitos de actuación de su trabajo con respecto al auge en la utilización de estos coleccionables. Primero, esto dotará de seguridad jurídica a los inversores, que en cualquier caso sabrán cuándo es lícito actuar, en qué jurisdicciones, y sobre todo, tener claras sus responsabilidades y tanto sus prohibiciones como derechos, como de cara al inversor, estar seguro de bajo qué circunstancias se encontraría protegido, y cuándo no.
La determinación de los aspectos regulatorios, siempre dentro del marco de los principios de libre mercado, serán fundamentales para el desarrollo de esta tecnología. El objetivo es que lo que está siendo una revolución, pueda provocar un cambio a mejor.
En Vicox seguiremos al tanto de las últimas novedades en cuanto a los aspectos regulatorios que de todas estas materias se produzcan en todas las jurisdicciones, para asesorar a nuestros clientes de la mejor forma posible.
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