Desde hace unos años vemos como la figura del asesor en criptomonedas viene creciendo en dos vertientes, profesionales con años de experiencia en el ámbito fiscal y que se integran con conocimientos en el ecosistema Blockchain y de los Activos Digitales y, por otro lado, profesionales con formación en la materia y preparación en fiscalidad y derecho, pero con poca experiencia. No es fácil comprobar que cinco años atrás éramos muy pocos los que prestábamos este servicio y que con la llegada de la adopción general cada vez hay más proveedores de estos servicios.
Todo ello se debe a la propia naturaleza del sector, un océano azul para muchos de los profesionales de los que hablamos. Cada vez más aceptado y con más versatilidad y opciones a la hora de preparar los impuestos generados por inversiones en criptomonedas. No cabe en este artículo hablar de algunos “expertos” en la materia que han crecido en redes y han aprovechado el desconocimiento de muchos de sus usuarios o la falta de información por parte de las instituciones públicas para crear una verdad paralela y contraria, en muchos casos a la normativa vigente. Dichos profesionales, además, carecen de la formación oportuna o preparación mínima exigible para aportar valor real a la comunidad.
Lo verdaderamente importante de esta creciente propuesta de servicios el en enriquecimiento al propio ecosistema, con alternativas de todo tipo para los interesados y opciones que puedan adaptarse justamente a sus necesidades reales, lo que hace aún más importante y real el crecimiento de este sector como una realidad plena y que no es una simple revolución o especulación sino un nuevo sistema que ha venido para quedarse.
En el sector de los asesores fiscales se ha visto esta realidad como una oportunidad para ampliar cartera de clientes y conocimientos en la materia, lo que ha supuesto el posicionamiento rápido de muchas empresas y personas proveedoras de estos servicios. Lo que estamos viviendo es el tránsito de un negocio de nicho hacia un comodity.
En unos años veremos que estos profesionales ofrecen estos servicios dentro una gama más amplia de servicios y que de unos pocos pasaremos a tener opciones en todo el territorio español y en muchas más empresas y profesionales que los actuales.
Además, la creciente oleada de profesionales de esta índole puede ayudar a la propia Administración y a Hacienda para ajustar el afán confiscatorio a la realidad de los inversores y, sobre todo, a sus necesidades. Supone un añadido a la comunidad para poder continuar con la finalidad y objetivo de la misma a fin de utilizar la tecnología como fuente alternativa de financiación de o del propio sistema financiero.
El ecosistema se está enriqueciendo con profesionales preparados y que contribuyen al crecimiento del mismo de manera ordenada y eficaz, razón de más para agradecer y motivarse dentro de la comunidad en el ecosistema de las criptomonedas.
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