Tal y como hemos visto en el artículo referente al Blockchain y la industria del deporte, esta tecnología, caracterizada por su composición en redes distributivas no centralizadas, ausencia de servidor central y grandes capacidades de almacenamiento, inmutabilidad y orden cronológico, se encuentra cada vez más presentes en diversos sectores dentro de los cuales podemos destacar el sector sanitario. A todos los efectos, el sector salud es, sin duda, uno de los ámbitos que más se han visto favorecidos en la incorporación de las nuevas tecnologías en el ejercicio de sus funciones.
Una primera aplicación de la tecnología blockchain se entra principalmente en lo que respecta a la administración sanitaria y los datos de los usuarios. Siendo así, podríamos determinar que una de las principales aplicaciones de la tecnología se centra en la transferencia de datos digitales. De esta manera, los datos clínicos, así como su historial podrán transferirse de manera segura, inmutable y directa por la red gracias a su carácter de inmutabilidad y su reforzada seguridad al estar la información íntegramente codificada. En relación con ello, no debemos olvidar que el uso de las nuevas tecnologías supone que cierta información se encuentra almacenada en los dispositivos de estos y en la nube, motivo por el que también podremos tener un acceso rápido a esta información a través de nuestros dispositivos y bajo el cumplimiento de las características propias de la tecnología blockchain. Por todo ello, cabe deducir que podemos emplear la blockchain como plataforma de intercambio de información por el que dispositivos médicos puedan transmitir datos sobre la salud los pacientes y llevar a cabo un registro exhaustivo y comparativo de los mismos a efectos de posteriores interpretaciones y/o recomendaciones médicas (marcapasos, pulseras electrónicas, dispositivos insertos, censores, etc)
Otro supuesto de aplicación se encuentra en el seguimiento de los medicamentos o instrumentos sanitarios, de suerte que la sincronización de la tecnología y, sobre todo, la seguridad de esta supone que los distintos centros hospitalarios puedan tener conocimiento en todo momento y de manera certeza acerca de la disponibilidad de los medicamentos, conociendo éstos las escasez o disponibilidad de los mismos así como, en caso de ausencia, los plazos que tardarán en reponer los medicamentos o, en su defecto, el tiempo que transcurrirá hasta la nueva entrega de los mismos. Esto último, además de centros hospitalarios, es extensivo a farmacias o centros especializados con capacidad de suministrar medicamentos para su venta. A tenor de lo expuesto, ¿cuál es la principal ventaja? De la simple lectura podemos deducir que la aplicación de la tecnología blockchain sería, sin lugar a dudas, el empleo de esta para cumplir la cadena de suministros de medicamentos, el cliclo de vida de los ingredientes que lo componen y las fechas de conservación y consumo de los mismos.
Una aplicación más reciente del empleo de la tecnología blockchain en el sector sanitario sería el surgido como consecuencia de la COVID-19. A tal efecto, y, como todos sabemos, tras las rondas de vacunaciones se hizo necesaria la existencia de un pasaporte sanitario, siendo este un documento necesario para la movilidad entre países e incluso para la entrada en determinados centros o sitios públicos como, por ejemplo, los restaurantes. Siendo así, a través de nuestro pasaporte sanitario, conocido comúnmente como pasaporte covid, encontramos información personal (nombre y apellidos, tipo de certificado, fecha de vacunación, tipo de vacunación, identificación del certificado, año de nacimiento, etc) que debe ser protegida, motivo por el que las empresas tecnológicas se han centrado en la tecnología blockchain para la creación o transferencia de información clínica personal.
En relación con ello, la aplicación de nuevas tecnologías y blockchain permiten el rastreo, seguimiento y tratamiento de determinados grupos poblacionales afectos por una determinada enfermedad así como la determinación de aquellas zonas más propensas a la propagación de la misma o más afectadas como consecuencia de la divulgación de agentes contaminantes. Este aspecto se encuentra íntimamente relacionado con otro factor que veremos a continuación.
Otra de las aplicaciones más relevantes en la vinculación entre la tecnología blockchain y el sector sanitario lo encontramos en el área de investigación. A tal efecto, las características de esta tecnología permite que los investigadores a nivel general puedan compartir y registrador los resultados clínicos de sus estudios con fines estadísticos y comparativos al mismo tiempo que tienen acceso a datos anonimizados y encriptados, de suerte que al mismo tiempo que se protege la identidad de los usuarios propietarios de esos datos, el personal de investigación tiene acceso a los mimos, sirviéndose de estas referencias para sus estudios y las conclusiones de este. Además, se permitirá replicar y distribuir de manera automática datos clínicos con una mayor trazabilidad y control.
De igual modo y en consonancia con la aplicación e influencia de las nuevas tecnologías en el sector, a partir de la COVID-19 se ha generalizado el empleo de las mismas para primeras asistencias, surgiendo así nuevos términos tales como telemedicina o Medicina Tech, empleados para hacer referencia a la prestación de servicios médicos a distancia en Atención Primaria y las implicaciones de estos en un ámbito globalizado. Este hecho supone que, en la actualidad, podamos llevar un registro sobre nuestros análisis y resultados clínicos a través de nuestros dispositivos y certificado digital.
Respecto de las aplicaciones prácticas de esta tecnología podemos hacer referencia a Modum, empresa que emplea la blockchain para almacenar datos de sensores de forma segura mediante un sensor de hardware encargado de velar por los medicamentos en lo que respecta a su trazabilidad, condiciones y autenticidad. En la misma línea nos encontramos con el proyecto MediLedger, establecido por empresas líderes en la atención médica (Pfizer, McKesson, Bayer, CardinalHealth, etc) a través de Chronicled para el rastreo de medicamentos e intercambio de información acerca de estos.
Además de todas estas implicaciones y del empleo de la tecnología blockchain en la materia, no debemos olvidarnos de la influencia de la Inteligencia Artificial en este sector. En esta línea, una clara ejemplificación de esto sería la incorporación de sistemas inteligentes capaces de analizar e interpretar resultados clínicos y hacer una valoración o aproximación de los mismos. Otro ejemplo de ello sería el robot quirúrgico Da Vinci, instalado en el Hospital Universitario HM Sanchinarro, caracterizado por ser mínimamente invasivo, producir un menor dolor postoperatorio, reducir el impacto estético y disminuir los plazos de recuperación.